El centro de su trabajo es la mujer, su historia, la lucha por la emancipación y la igualdad, y la construcción cultural de lo femenino. Acha-Kutscher organiza su trabajo en proyectos de largo plazo, para cada uno de los cuales desarrolla un lenguaje y una metodología propios. Se considera feminista, por la dimensión política de su obra, que además de ser un producto artístico, también es un instrumento de lucha política, así como un testimonio de las preocupaciones y demandas de los movimientos feministas actuales. Vive en Madrid y trabaja globalmente.