Centro Cultural Inca Garcilaso, Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
La exposición repasa, a través de la fotografía, algunos de los procesos sociales, económicos, políticos y culturales de los últimos cien años, que han dado forma al Perú, que hoy celebra el bicentenario de su independencia entre conflictos, retos y logros.
Las celebraciones por el primer centenario de la independencia marcaron la década de 1920, durante la cual el presidente Augusto B. Leguía impulsó el proyecto modernizador que llamaría La Patria Nueva. Fue un período de crecimiento económico, centralismo, conflictividad política y efervescencia cultural.
La oposición entre el hispanismo y el indigenismo como modos de concebir al país subyace a buena parte de la historia del último siglo y al Perú contemporáneo. Esa tensión se expresaría en los procesos sociales y políticos que dieron forma al Perú actual, como la Reforma Agraria impulsada por el general Juan Velasco Alvarado, la migración del campo a la ciudad y la guerra desatada por Sendero Luminoso.
El territorio ha sido siempre un factor determinante en la concepción del país en sus fracturas, fuente de riqueza y depredación, así como de desastres naturales.
La diversidad cultural, producto de la heterogeneidad regional y de las migraciones, es quizá el factor característico de la sociedad peruana. Las urbes que surgieron gracias a los procesos migratorios se han convertido en un crisol de expresiones y tradiciones.
El reconocimiento de los derechos de la mujer, en una sociedad marcada por fuertes diferencias de género, ha sido otro de los grandes retos del último siglo. Se ha avanzado, ciertamente, pero hay aún mucho camino por recorrer.
Los fervores de la sociedad peruana son otra de sus características. Distintas formas de religiosidad, tradiciones ancestrales, gastronomía y fútbol son algunos de ellos.
Ahora que celebramos el bicentenario de nuestra independencia, los movimientos cívicos cobran especial importancia. Somos aún un país en construcción.